La densitometría ósea


¿Cómo protegerse de la osteoporosis y de su precursora, la osteopenia? La respuesta: hacerse densitometrías de forma rutinaria siguiendo la recomendación médica, saber qué significan los resultados y tratar la pérdida de densidad ósea antes de que se produzca una fractura.

La prueba de densidad ósea más habitual es la llamada Absorciometría de rayos X de Energía Dual, conocida como DEXA por sus siglas en inglés. La densitometría DEXA es parecida a una radiografía normal de rayos x, pero usando mucha menos radiación. El riesgo que presenta esta radiación es muy pequeño. Una de las ventajas de ser una prueba de baja radiación es que se pueden obtener datos de la densidad ósea a lo largo del tiempo con una serie de densitometrías programadas. Comparando los resultados de la serie de densitometrías los médicos pueden determinar si la prevención o el tratamiento de la osteoporosis están efectivamente mejorando la densidad ósea o si la enfermedad está empeorando.

La densitometría DEXA determina el nivel de mineralización o el contenido de calcio del hueso. La osteopenia y la osteoporosis son dolencias en las que los huesos tienen menos calcio de lo que deberían. Menos calcio significa menor mineralización, menor mineralización significa menor densidad ósea y una menor densidad ósea significa huesos más débiles y propensos a una fractura de consecuencias graves.

La densitometría DEXA es tan rápida e indolora como hacerse una fotografía y de alguna forma de eso se trata. La densitometría DEXA no necesita preparación previa, pero es conveniente informar al personal médico si se ha pasado por algún otro test radiológico recientemente. Por lo general para hacerse esta prueba hay que acudir al departamento de radiología de un hospital o clínica, o a un centro independiente de radiología. La densitometría DEXA se puede realizar con un dispositivo central o un dispositivo periférico. Un dispositivo central es básicamente una camilla en la que hay que tumbarse mientras que el escáner DEXA, montado sobre un brazo móvil, se desplaza sobre el paciente, sin tocarle mientras va tomando imágenes de rayos x de baja energía de la columna vertebral o de la cadera. Un escáner DEXA periférico es un dispositivo más pequeño usado para medir la densidad ósea de la muñeca.

Quien haya pasado por una densitometría DEXA seguramente conocerá los términos T-score y Z-score. El T-score compara la densidad ósea del paciente con la de un adulto joven y sano, mientras que el Z-score, por otro lado, compara la densidad ósea del paciente con la densidad ósea media de la población de la misma edad, peso, sexo y raza del paciente. Generalmente es el T-score el que se estudia. Los T-score se suelen dar en número negativos; un T-score por encima de -1 se considera normal, entre -1 y -2,5 es consistente con osteopenia y un T-score por debajo de -2,5 indica osteoporosis. Cuanto menor sea el T-score en la escala negativa, menor es la densidad ósea. En otras palabras, lo deseable es tener un T-score por encima de -1. Cuando se compara los T-score a lo largo del tiempo es recomendable medir siempre la misma zona del hueso y de ser posible con el mismo dispositivo DEXA.

 Un aspecto negativo de la densitometría DEXA es que se trata de imágenes bidimensionales y dan un resultado expresado en g/cm2 en vez de en densidad volumétrica (g/cm3). Los resultados sistemáticamente producen una estimación de la densidad para los huesos más grandes y si el dispositivo DEXA está calibrado para medir a mujeres no detecta algunas densidades bajas en pacientes masculinos.

La densitometría DEXA es una prueba indolora, de muy bajo riesgo que puede detectar una enfermedad potencialmente peligrosa antes de que haya una fractura ósea grave. Consulte a su médico si le recomienda hacerse una densitometría DEXA.

Preguntas habituales

Pregunta. ¿Pueden las densitometrías medir la fortaleza de los huesos?

Respuesta. Directamente no, pero sí se puede hacer una buena deducción. Y más importante, son fáciles de hacer. Para una mejor valoración de la fortaleza de los huesos se necesitaría un examen detallado del hueso fuera del cuerpo o con una toma invasiva de muestras.

P. ¿Son fiables las densitometrías óseas?

R. Bastante fiables y ampliamente aceptadas por la comunidad médica.

P. ¿Son dolorosas?

R. En absoluto. Sólo hay que tumbarse en una camilla mientras un dispositivo de rayos x toma las imágenes. No hacen falta inyecciones para hacer las densitometrías DEXA convencionales, no hay dolor.

P. ¿Cuánta radiación recibe el cuerpo?

R. La cantidad de radiación no es preocupante. Menos que si se hiciera una radiografía de torso.

P. ¿Cada cuánto tiempo se recomienda hacerse densitometrías?

P. Se debe consultar al médico sobre cada caso concreto. Pacientes que estén tomando glucocorticoides o inhibidores de la aromatasa o pacientes que sufren determinadas dolencias deberían hacerse una densitometría cada año o cada dos años. Igualmente, las personas con factores de riesgo de osteoporosis deberían examinarse cada año o cada dos años, pero los mayores de 65 años sin otros factores de riesgo suelen examinarse cada 3 a 5 años. En 2011 el Preventive Services Task Force de EE.UU. emitió una recomendación para que todas las mujeres mayores de 65 años se hagan pruebas de forma regular. Este organismo no especificó cada cuánto tiempo es "de forma regular". Una prueba DEXA es relativamente barata; Marketwatch informa de un coste estándar de menos 200 dólares.

Un estudio publicado en el New England Journal of Medicine en 2012 indicaba que las mujeres que a los 65 años presentan unos valores normales en la densitometría, pueden esperar 15 años para realizare una nueva densitometría si no se dan otros motivos (como fracturas) para hacer un examen antes.

Limitaciones de la densitometría DEXA y el futuro de las técnicas de imagen

Una de las limitaciones de la densitometría DEXA es que hay más factores que intervienen en el riesgo de fractura. Entre los avances en radiología tenemos la resonancia magnética, Micro-CT, o la tomografía en 3D que pueden llegar a ofrecernos en el futuro una mejor visión de la resistencia de los huesos. La estructura del tejido óseo también es importante a escala microscópica y esta puede ser diferente en huesos con la misma densidad aparente.

Con estudios in vitro los fisiólogos han descubierto que esta estructura es un elemento de la resistencia ósea, independiente de la densidad y que se puede obtener importante información de esta estructura mediante las imágenes de resonancia magnética o CT. Estudios in vivo muestran que la microestructura del hueso trabecular se ve más afectada por los tratamientos de la osteoporosis que la densidad ósea. Algunos audaces fisiólogos incluso han usado imágenes en alta resolución para construir modelos del hueso de elementos finitos de una manera parecida a los análisis que hacen los ingenieros en puentes.
Aunque esto pueda sonar espectacular, hoy no tiene repercusión para un paciente con problemas en los huesos. Ese tipo de trabajo sirve sobre todo para probar los efectos de nuevos tratamientos.

Sin embargo en el futuro podrían usarse espectroscopías, o resonancias magnéticas por perfusión o difusión, para que los médicos puedan tener un mejor conocimiento del estado óseo de cada paciente.

Calidad ósea

Reconociendo que no hay una correlación directa entre los resultados de la densitometría DEXA y la propensión a las fracturas óseas, el mundo médico ha empezado a hablar de "calidad ósea". En una conferencia del NIH (Institutos Nacionales de Salud de EE.UU.) se definió como "la suma total de las características del hueso que influyen en la resistencia del hueso a la fractura". La calidad ósea supuestamente recoge todo, pero en un ensayo en la revista PLoS Medicine varios científicos finlandeses señalaron que una medida que no puede medirse no es una medida y concluyeron que se trata de un "término vacío".

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